Paco Morales, estalla
El concejal independiente del pp, Francisco Morales, ha dimitido. Hoy. Conocedor y amante del patrimonio de Salamanca, licenciado en Historia del Arte, y militar, en el año 2003 fue designado concejal de patrimonio.
Su concejalía ha sido una “concejalía florero”, “la maría” de los presupuestos, la olvidada, la ignorada (caso de El Corte Inglés, previa destrucción del cuartel Sánchez “el Charro”, o la celebración de la Plaza Mayor), la más presionada en una ciudad puramente especulativa y monumental. El problema de Lanzarote ha sido que Morales no tenía necesidades económicas como para dedicarse a vivir de concejal y hacer lo que los constructores pidan y sus compañeros indicaran.
Durante su estancia como concejal sólo se le reconoce la inversión de 60.000 euros (10 millones de pesetas) en poner placas a determinadas calles del centro histórico. Los problemas legales han permanecido, por orden superior, y las amenazas al Título de Patrimonio de la Humanidad permanecen, acrecentadas. Los objetivos personales, de amor al patrimonio, por los que Morales se presentaba no se han alcanzado.
En un periódico local, hoy, se publicaba la posibilidad de que, el ya exconcejal, Morales dimitiera. Es lo de siempre, el periódico interno del partido marca la línea inicial, para que el resto de periódicos sólo puedan seguirle sin opciones a escapatoria oficial.
El detonante final, o público, entre otros asuntos que la ciudadanía desconoce, ha sido el Gran Hotel. Morales en una actitud insulsa y ambigua se abstuvo, no quiso votar en contra de sus superiores ni quiso defender al patrimonio. Vista una actitud como esta, de ruptura de disciplina de grupo, sus compañeros le han presionado de tal forma que en cuatro días ha tenido que dimitir. Incluso algunos concejales no entienden por qué no lo dijo antes, para poder comprarle o pagarle, como a ellos.
Por lo menos hoy me entero de que Lanzarote veranea en Marbella, en chalet del señor Curto, según palabras del señor Campo.
Hoy Paco Morales duerme tranquilo porque otro vendrá que bueno le hará.
Su concejalía ha sido una “concejalía florero”, “la maría” de los presupuestos, la olvidada, la ignorada (caso de El Corte Inglés, previa destrucción del cuartel Sánchez “el Charro”, o la celebración de la Plaza Mayor), la más presionada en una ciudad puramente especulativa y monumental. El problema de Lanzarote ha sido que Morales no tenía necesidades económicas como para dedicarse a vivir de concejal y hacer lo que los constructores pidan y sus compañeros indicaran.
Durante su estancia como concejal sólo se le reconoce la inversión de 60.000 euros (10 millones de pesetas) en poner placas a determinadas calles del centro histórico. Los problemas legales han permanecido, por orden superior, y las amenazas al Título de Patrimonio de la Humanidad permanecen, acrecentadas. Los objetivos personales, de amor al patrimonio, por los que Morales se presentaba no se han alcanzado.
En un periódico local, hoy, se publicaba la posibilidad de que, el ya exconcejal, Morales dimitiera. Es lo de siempre, el periódico interno del partido marca la línea inicial, para que el resto de periódicos sólo puedan seguirle sin opciones a escapatoria oficial.
El detonante final, o público, entre otros asuntos que la ciudadanía desconoce, ha sido el Gran Hotel. Morales en una actitud insulsa y ambigua se abstuvo, no quiso votar en contra de sus superiores ni quiso defender al patrimonio. Vista una actitud como esta, de ruptura de disciplina de grupo, sus compañeros le han presionado de tal forma que en cuatro días ha tenido que dimitir. Incluso algunos concejales no entienden por qué no lo dijo antes, para poder comprarle o pagarle, como a ellos.
Por lo menos hoy me entero de que Lanzarote veranea en Marbella, en chalet del señor Curto, según palabras del señor Campo.
Hoy Paco Morales duerme tranquilo porque otro vendrá que bueno le hará.
sindicación | enlace a este post | enviar a un amigo |
<< Portada