Un fiasco Internacional

El Festival Internacional de las Artes de Castilla y León ha sido un fiasco por fallos claves. La idea es buena, aunque tampoco es ningún invento nuevo, ha contado con un gran presupuesto con una gran variedad de expresiones artísticas de aquí (que tendría que haber más) y de fuera. Según las cifras oficiales contó con la participación de 100.000 personas la cual no es ni la población de Salamanca. Llegar a los 300.000 participantes si permitiría hablar de que ha tenido repercusión.

La ciudad apenas ha vivido el Festival, los vecinos de San Román -que no han dormido- o quienes hayan pasado por la Plaza seguro que se han enterado, y también quien haya leído la prensa puesto que ha contado con un gran apoyo mediático y publicitario.

El Festival ha sido pobre puesto que no ha contado con grandes nombres; no se han sabido poner buenas horas para ciertos espectáculos o prorrogarlos si tenían éxito; no ha sido participativo, objetivamente, la ciudad no se ha implicado (se han tenido que regalar entradas “a mansalva” entre colectivos); todo lo que haya alcanzado ha sido a golpe de talonario, aquí tendrían que venir por el prestigio que de estrenar o por pasar por aquí, no por dinero; el Festival ha pasado por los barrios, pero raro es el que haya tenido dos citas con el Festival, sólo una en su mayoría y de carácter menor o reducido como pueda ser un cuentacuentos.

Espero que el próximo año mejoren los horarios, de comienzo y de finalización de espectáculos, que no se hagan conciertos en San Román y sí conciertos sin entrada, que no hagan discoteca en la Casa de las Conchas y sí en la Casa de los Niños de Coro (anda!!, qué idea), que la Plaza no se vea ocupada por escenarios, gradas, focos, y demás estructuras y camiones… También espero que para la segunda edición no me pongan una plaquita en el suelo por que son como los besos de los famosos, luego te dices “no me lavo”, y no es plan don Julián.

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