Blog Salamanca, diario de una ciudad

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martes, junio 07, 2005

El Aguafiestas

En toda pandilla siempre hay un aguafiestas (persona que turba cualquier diversión o regocijo, según la RAE), es decir, el pesimista, el negativo, el de los malos augurios, el que pone de su parte para que los demás sigan reprimidos.

Cuando esa pandilla se extrapola al nivel de una ciudad, y resulta que el aguafiestas de la ciudad es el propio alcalde sólo queda decir “que Dios se apiade de esos ciudadanos”. En verdad, en Salamanca, el aguafiestas oficial y descarado es don Julián.

El pasado domingo puso a la policía local a vigilar la cita organizada por la Asociación de Amigos del Museo Casa Lis pero sólo hasta que se aseguró que la fiesta quedaría reducida a la mínima represión.

Todo se dirime en un conflicto de permisos y la descoordinación entre instituciones y cuerpos de seguridad. Pero eso sí, lo importante es que lo paguen los de siempre. La autorización quedó en el despacho de la Policía la cual no la hizo llegar a la Asociación. Qué interesante. Siempre igual, siempre fastidiando a los mismos.

A pesar de los pesares la fiesta se celebró, si bien no pudo celebrar las actuaciones musicales por la falta de permisos, el público disfrutó con los malabares, la globoflexia, el diseño de pancartas,…


Este año, los Amigos del Museo se fijaban como reivindicación la progresiva retirada de señalizadores al Museo que había colocados por la ciudad y que han sido retirados. Tan sólo queda uno en la Plaza de Anaya.

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