Blog Salamanca, diario de una ciudad

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domingo, junio 12, 2005

San Juan de Sahagún, patrono de Salamanca

Nace en Sahagún (León) en 1423, fue fraile agustino (vivió en el formidable y desaparecido convento de San Agustín) y colegial de San Bartolomé.

El patrón descubrió su capacidad para predicar en las calles. A eso se dedicó principalmente. Tan solicitada era su palabra que el Ayuntamiento le asignó una paga anual para que predicase en los actos ciudadanos.

La mediación del fraile fue determinante para la pacificación de los “Bandos de Salamanca”.

En el Pozo Amarillo (en la calle del mismo nombre) realizó un milagro gracias al cual salvó de perecer ahogado un niño que allí había caído. La madre, angustiada, pedía socorro. El Santo metió su correa en el pozo que empezó a llenarse de agua hasta que rebosó y el niño salió agarrado a la correa.

Aunque también es conocido por detener a un toro bravo que desmandado y provocando el pánico por las calles de la ciudad se dirigía hacia una mujer con un niño en brazos. El animal se amansó cuando el Santo se paró delante de él y le dijo “¡ Tente, necio !”.

San Juan de Sahagún todavía permanece en Salamanca, cada 12 de junio, en la Plaza de Los Bandos, en el Pozo Amarillo, en la calle Tentenecio, en la iglesia dedicada al Santo y sus placas conmemorativas (relieves realizados por Aniceto Marinas) que representan los milagros de la pacificación y el de Pozo Amarillo.
El Patrón fue canonizado en 1602. En su primera tumba, un epitafio en latín: “Aquí yace aquel por cuya mediación no yace Salamanca“. Sus reliquias, hoy, se encuentran en una urna del altar mayor de la Catedral Nueva.
En la calle Traviesa (esquina con Libreros) se encuentra una casa en la que el Santo se recuperó en una recaída de salud. En los años sesenta se esculpió en su fachada un relieve con la imagen de San Juan.

Aunque la salud del Patrono siempre fue muy delicada, muy probablemente, su muerte se atribuye a que una mujer, cuyo amante la dejó para volver con su esposa tras escuchar la prédica del Santo, en venganza le había envenenado.
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