250 tonterías

El programa de actividades para conmemorar el 250 aniversario de la conclusión de las obras de construcción de la Plaza Mayor de Salamanca, Plaza Mayor de Europa, se presentó como si fuera algo, algo era desde que el señor Lanzarote tenía deudas con el señor Estella. Un abogado metido a programador cultural de fastos de aire, eso si que es vender humo y no el Centro de la Memoria.

Podría ser, podría ser, que tras el 2002 el listón estuviera muy alto y todo lo que se hiciera por debajo resultara pobre, poco, cutre,… pero el 2002 no fue la repanocha y el 2005 no es nada. Es papel mojado, es un cuento chino, una nube de humo, con pasarratos una chorrada más grande que la plaza de, este, mi pueblo. Cuando se supo que habría un 2005, alguien le dijo al 2002: “alguno vendrá que bueno te hará”, pues eso.

Desde el comienzo de los festejos la Plaza ha estado todos los fines de semana hecha una birria, con eventos provincianos, carentes de interés y relevancia, orientados a entrar en el Guinness de los Records, enumeremos:

- Comediants: actuaciones varias en el centro de la Plaza, al estilo del internacional grupo. Hubo alguna rareza por que faltaron actuaciones a horas más propicias. Grandísimo escenario en el centro de la Plaza.

- Templete, patrocinado: para emular la inauguración del templete –que antaño- estuvo en el centro del ágora charra. Un acto más bien sacado de cuento de hadas, ahora “bailamos”, ahora “toca la banda”, ahora “luzcan sus vestidos”

- Libros: otro año más las horrendas casetas de los libreros se han colado en la Plaza Mayor. Otro año más, don Julián, usted si que no tiene palabra.

- Escenarios: para la Feria del Libro, para el dúo Mayalde, para la banda de la Guardia Civil (con las cajas de los equipos de música en medio de la Plaza), para lo que haga falta.

- Seiscientos: concentración de nostálgicos, con cerca de 500 vehículos. Actividad sencilla, populista, llamativa, que no viene a cuento de nada.

- Basket: torneo de 3 contra 3 con decenas de canchas por la Plaza, separadas por vallas publicitarias y ¡sacrilegio! un puesto del rastro vendiendo deportivas y camisetas. Qué pasada don Julián, qué pasada, todo por la pasta.

- Encaje de bolillos: cita de 400 encajeras de bolillos en la Plaza Mayor para mostrar sus cualidades y su habilidad con el hilo, puntada a puntada, pasaron varias horas al sol. Otra actividad poco edificante, barata y de Guinness. Eso sí un aplauso para ellas por mantener la tradición.

- Tabla de aerobic: ¿para qué sirven los mayores? Para hacer gimnasia. Con motivo de la semana de los mayores, se organizó una cita con cerca de 1.000 en la Plaza dispuestos a demostrar que están en forma. Es una pena que se presten para esto por culpa de una gorra y una camiseta.

Esto, “y lo que nos queda”, que vista la patita en estos dos primeros meses de minicapitalidad sólo nos queda rezar para no haber emigrado del susto antes de octubre. Otras iniciativas paralelas a estas escenificaciones en la Plaza, pueden ser los Especialistas Secundarios de los cuales ya hemos escrito recientemente, los medallones digitales que están causando furor, tanto que hay colas desde primeras horas de la tarde, creo. Y la talla de nuevos medallones, y que antes de que este mes sean inaugurados y vengan los Reyes a llevarse un disgusto por el menosprecio que Lanzarote les va a hacer, recibirán unas líneas en este humilde diario

Señor Estella, ¿está siguiendo fielmente el manual para la exaltación de la Plaza? Creo que no, que está cayendo en graves errores, pero con el tema del Archivo y otros y la complacencia del PSOE y que el tema mediático está controlado, da igual. Como si la pintamos de gotelé.

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