Maleducado

Uno de los calificativos de los que don Julián siempre ha hecho gala es el de maleducado, en eso como en todo, el que más. El miércoles, en Madrid, llamó ‘tonto’ a Paul Preston y ‘trepa’ a Mayor Zaragoza, y yo le digo que se quite la nariz roja y se jubile porque está agotado. Ya no tiene gracia, ya no me representa. Yo no soy así, yo no soy esa. Yo no insulto, yo no tengo envidia, yo no soy cínica, ni nada por el estilo.

Julián oculta muchas cosas claro está, de su anterior relación con Mayor Zaragoza, al que ‘lamía el culo’. Aún más triste es la actitud infantil, buscando donde no hay que se refleja en este párrafo de Tribuna: “Finalmente, Julián Lanzarote afirmó que las palabras del historiador británico no tienen mayor importancia y, después de bromear con su primer apellido diciendo si era el nombre de un marisco o de un reloj de quarzo, lamentó que incurra en los mismos errores que él mismo ha denunciado recientemente.”

Aprovechando que estaba en Madrid y que la ministra de Vivienda anunciaba que Salamanca tendrá la sede del Museo Nacional de Arquitectura y Barcelona la sede del Museo Nacional de Urbanismo, don Julián era recalcitrante en su mala educación y descalificaba a la ministra, en vez de ‘hacer la pelota’ que es lo propio de un alcalde candidato.

En resumen Y QUE DESTAQUE: Julián, no está haciendo absolutamente NADA porque Salamanca sea sede del Museo Nacional, NADA.

Tras decir que la propuesta de la ministra de dividir el Museo en dos era como hacer equilibrios para contentar a todos, en menos de 24 horas, él mismo se ha contradicho al proponer que Salamanca y Oporto compartan la sede cultural a crear en la próxima Cumbre Iberoamericana. ¿saco el discurso ese de “traidor”, “tonto”, “trepa”, “manipulado”, “comprado”, “sociata”, “catalán”, “mal salmantino”…?

Ayer viernes, el señor de las megacejas hiperjuntas, teniente alcalde del Ayuntamiento, se enrocó en la idea de que el señor Paul Preston tiene que pedir perdón a los salmantinos y todo eso. Vaya, que el cuento de nunca acabar porque la tienen dura, la cabeza.

Hasta mañana.

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