Casas de la Muralla
Una iniciativa, una idea, que siempre ha sido llevada con ciertos ‘tics’ que mostraban que era un capricho, un empecinamiento, ¿una obsesión? … algo que no entendía de razones ni de dineros. Se han gastado desde entonces cientos de millones de pesetas, vigilando las casas permanentemente, pagando alquileres, expropiaciones, construyendo nuevas viviendas,… y sobre todo ocasionando un grave daño social a dueños, inquilinos y negocios.
Todos los juicios fueron ganados por los vecinos, y hasta estas fechas, sigue coleando puesto que el Ayuntamiento ha tenido que negociar la compra uno por uno. Habrán pedido lo que hayan querido, y el Ayuntamiento les habrá dado aún más. ¿te acuerdas cuando el señor portavoz decía que era IMPOSIBLE reconstruir la muralla sin tirar las casas? El caso era derribar, una solución para todos los males. Pues la muralla fue reconstruida sin derribar ni a nada, y tristemente, ni a nadie. Es que hay mucho entendido portando la voz.
¿Derribar las casas está bien o mal?, ¿es bueno o malo para Salamanca?,… estas y otras preguntas son difíciles de responder, es un tema muy polémico, en su día, en el que casi nadie públicamente supo pronunciarse con argumentos. Entre otras cosas por drama social en que vivían los exiliados, como si fuese un castigo del “dios” Lanzarote. Derribar las casas, tras resolver cuentas con los vecinos es positivo para despejar la muralla –reconstruida-, dar cierta continuidad, mejorar el paseo y la entrada… No derribar las casas, supone mantener un estilo de vida, un urbanismo de casas “adosadas” pequeñas viviendas de distinta tipología y clase, un conjunto de construcciones único (no creo que quede otro) que además está en un lugar muy visible.
Finalmente, que sea lo que Lanzarote diga, lo que los vecinos le consientan que para eso han ganado tantos juicios, y lo que los salmantinos paguen de su bolsillo.
sindicación | enlace a este post | enviar a un amigo |
<< Portada