El negocio del siglo

En ocho años los terrenos en los que se asienta la fábrica Mirat no los va a reconocer ‘ni la … que los …’ pues eso. La operación urbanística preveé la recuperación de los restos del Monasterio de los Jerónimos, pero eso es lo de menos porque nos lo van a meter por los ojos, la construcción de 744 pisos, zonas verdes y centros comerciales de primera categoría tipo Supercor (de El Corte Inglés). Todo junto al nuevo puente que comunica con ‘El Tormes’ y con ‘Capuchinos’ en un minuto. Incluso prevén la construcción de un hotel y algún equipamiento deportivo menor.

El convenio urbanístico firmado entre la Sociedad Anónima y el Ayuntamiento conlleva que la empresa se traslade a un pueblo de la provincia, novias no faltan, y sino fuese así tendría que pagar una multa de 2.000 millones de pesetas al Ayuntamiento de Salamanca. Me pregunto quién es el Ayuntamiento para orientar de esta manera las decisiones empresariales, ni siquiera si tiene alguna competencia y capacidad para obligar y multar si ponen la fábrica en Medina del Campo, por ejemplo. Las condiciones para los alcaldes interesados son: 10 hectáreas, ferrocarril, agua y carretera.

Aún así, el negocio es redondo, aunque son mejores los del Obispado, ya que los terrenos y la nueva fábrica pueden costar 10.000 millones de pesetas, la operación urbanística en Salamanca tendrá un beneficio de 30.000 millones de pesetas, y como al dueño no le tienen por qué importar los trabajadores, puede tranquilamente pagar la multa y ahorrarse 8.000, negocio clarísimo.

En septiembre se conocerá la nueva ubicación de la empresa de abonos agrícolas y de jardinería y que actualmente tiene ocupadas a un centenar de personas. El traslado se producirá en menos de seis años. Supone el fin para el polígono industrial El Tormes (calle Vergara y enfrente de DA2) y se firma en un momento en el que el PGOU está en periodo de revisión. Esto es Salamanca y esto dará que hablar.

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