Sin agua y amenazada

Según informaba días pasados el Adelanto, una inquilina (de más de 38 años de alquiler) no tiene agua porque su casero se la ha cortado. El dueño del inmueble es el consejero delegado de Proinsa, una promotora que utiliza técnicas de presión bastante inhumanas, y también es el dueño de la manzana en la que espera construir próximamente una nueva promoción de viviendas.

Teresa Sánchez vive en la plaza Chica donde está recibiendo gran cantidad de muestras de apoyo, incluida la Asociación Vecinal, y son muchos los vecinos que la están suministrando agua en garrafas.

El 14 de julio, día en que le fue cortado el suministro de agua, en un ataque de autoridad injustificado por parte del dueño de la vivienda y que incumple con ciertas normas básicas que no hace falta explicar, bueno, pues ese día Teresa recibió un telegrama en la que se la pedía que visitara las oficinas de la promotora o que se atuviera a las consecuencias. En una muestra más de las amenazas que esta vecina sufre por la voracidad de los promotores, constructoras o lo que sean, hasta el momento con total impunidad.

Para colmo de complicidades, la Policía Local no ha dado importancia a los desperfectos ocasionados en la vivienda de Teresa por el derribo de la vivienda trasera y tampoco éstos municipales han sido capaces de retomar el suministro de agua.

Desde hace más de un año Teresa sufre una gotera, y su dueño, la promotora, no quiere repararla, como corresponde. La promotora simplemente quiere poner a Teresa en la acera, y que se busque la vida, sobre Teresa recae odio, reprimendas y amenazas reiteradas telefónicamente desde la promotora. Para Teresa, a su edad, lo mejor que puede ocurrirle es seguir viviendo donde siempre vivió, donde murió su marido y donde crió a sus hijos. Pero Teresa es consciente de que tras el juicio tendrá que irse de su hogar, mientras, lucha para que todo se haga según marca la Ley sin amenazas y sin presiones.

Este caso, con otros que ya han ocurrido en Salamanca muestran la verdadera cara y el totalitarismo que sobre la ciudad ejercen las promotoras inmobiliarias, exigir el despertar de los valores sociales en el Ayuntamiento y boicotear colectivamente a esa empresa es lo mejor que la ciudadanía puede hacer, por Teresa y por todos.

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