Apartando terrazas

Ya llevamos un tiempo sufriendo porque pasear por Salamanca no es cómodo, es horroroso, es agobiante. Hay terrazas en todas partes, en el Corrillo, en la Rúa, en Meléndez, en Libreros, incluso en la Plaza de los Bandos y la calle Zamora,… es una exageración. Especialmente aquellas terrazas en las que ocurren dos cosas o se prima el espacio o su impacto es excesivo.

Terrazas en las que el espacio que ocupan es superior al del paso de los peatones son las de la calle de la Rúa y las del Corrillo. Si es que no dejan pasar en tramos tan transitados. Luego están aquellas que su impacto es excesivo, excesivamente negativo. Éstas son las de la calle Libreros, en las que se colocan sombrillas. En una calle tan estrecha colocan sombrillas grandes. Exceden en el exceso. Todas las terrazas se caracterizan por estar colocadas muchas más horas de las que son utilizadas por lo que el daño es doble, cuando sirven y cuando no sirven.

Tenemos la ciudad a servicio del turismo, si quieres ser alguien tienes que poner pinchos, el dinero para restaurar el patrimonio se destina a promocionar la ciudad, … el mundo inmundo. Pero el tema de las terrazas vaya más allá porque hay puestos en la Rúa que ponen separadores, sombrillas (incluso calefacción en invierno), tienen un mobiliario especialmente vistoso e incluso colocan los cubiertos (cuchillos de sierra) desde horas tempranas. Sólo digo que si algún día algún demente hace el número podemos tener un disgusto. Comer en la calle, con cuchillos y demás es un peligro y dejarlos solos tantas horas es una temeridad. ¿Sería posible que el Ayuntamiento regula las terrazas pensando en los peatones?

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