kale borroka en Salamanca

Lo del señor Lanzarote es una cosa... "im-presionante". Ahora, ahora, resulta que no le gustan, si nunca le habían gustado, y ¿por qué? ¿por qué lo había consentido hasta ahora?. Tanto tiempo esperando y es ahora cuando se atreve. Claro, porque ahora está "enorme". Cualquiera le tose. Si le dices algo te hecha en cara que tú no estabas con él en la manifacha, y para él sólo hay dos opciones: o conmigo, o contra mí.

Resulta que don Julián, por orden suya, o por orden de "paco-jardines", el caso es que los árboles secos, los troncos que un grupo de artistas salmantinos pintaron bajo las indicaciones de Agustín Ibarrola -escultor vasco- en el parque de la Alamedilla en la zona de Comuneros, hoy ya no están.

Recuerdo que uno de ellos, según imaginación del artista, era una cremallera. Así lo había transformado él, aprovechando el tronco resquebrajado en el que había colocado unas chapas.

Eran árboles, estaban secos, sí, pero no molestaban a nadie. Sólo a quién no los aprecia, no los siente no los valora y sobre todo no cree que sean de Salamanca. ¡son un regalo que se hizo a la ciudad!. Son parte del paisaje, son esculturas, claro, que demasiado modernas para don Julián, el de las esculturas de encargo y como forma de pago para solventar cualquier deuda con cualquier torero, santo o lo que toque y como toque.

Haciendo este destrozo, esta gamberrada cultural, sus responsables se ponen a la altura a aquellos alevines de ETA, los que practican la kale borrola y que un fin de semana tuvieron como objetivo la obra escultórica de Agustín Ibarrola.

Además, hay que añadir que el Ayuntamiento de Salamanca no realiza ningún mantenimiento sobre los árboles pintados situados en el Arrabal. No estaría demás tener un plan de mantenimiento para que no se pierda la pintura, esté limpio el lugar y demás necesidades.

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