Blog Salamanca, diario de una ciudad: Hoy le vi caer

Era hombre, mayor, de unos 79 años, a primera hora de la mañana, andaba o paseaba tranquilo por una gran calle [a ti te voy a decir cuál] de Salamanca, de repente cayó al suelo, fulminado, y rodando. Parecía que le había dado un ataque o sufría un desmayo.

Sus primeras palabras eran "la cadera, la cadera", temiendo que a su edad, una caída puede acabar costándole una rotura de cadera, lo cual es muy malo.

Consiguió ponerse en pie, pero las piernas le temblaban, miró hacia atrás buscando explicación a los hechos. Una baldosa levantada centímetro y medio con respecto a la anterior le había hecho la zancadilla. Dijo a los presentes, "no es nada, no es nada", quitando importancia y pidiendo que no te molestaras mucho por él, que a su edad, ya espera pocas cosas de la vida (salvo estas puñaladas, claro), marchó de allí, tras el accidente, cojeando.

Lo que le ha ocurrido a este señor, que es cierto, le ha ocurrido al 95% de los salmantinos, hombres y mujeres, deportistas, trabajadores, niños, ancianos, de barrio, del centro... a todos alguna vez porque la ciudad está -estoy- hecha unos zorros. Muy especialmente, como el caso narrado, en los barrios, los cuáles están olvidados y marginados por parte del Ayuntamiento.

En estos días también se llevan a cabo obras para el rebaje de aceras en los pasos de peatones de, por ejemplo, el barrio de Delicias-Picasso. Una iniciativa muy demandada por los colectivos de discapacitados que dependen de una silla de ruedas, y para los cuales un milímetro supone una barrera. Tener que ir con su silla por la calzada, entre los coches, además de inhumano es muy peligroso.

Con el tiempo se verá si sirve, si no, su acogida, su uso. La verdad es que el rebaje de aceras en los pasos de peatones es bien recibo por todos ya que algunas son verdaderos escalones. Muy incómodos.

Rajoy asume como "una decisión personal" el recurso contra el matrimonio gay. Si tal chorrada triunfase, habría que declarar la República.