Guía de la energía

Ahorrar energía debe ser un hábito de vida de todo ciudadano del siglo XXI, un hábito más como puede ser la limpieza o el orden. Tener presente siempre el modo de ahorrar energía en la circunstancia en que se vive no sólo conlleva un ahorro económico para el bolsillo propio o el ajeno, es también un ahorro de recursos limitados, un paso más en la no contaminación y en la no producción alegre.

Por ejemplo, podemos gastar más o menos agua, según las necesidades, e incluso podemos tener dinero para pagarla. Pero vivimos en un estado de felicidad y facilidad que no nos damos cuenta de que eseagua ha sido tratada, captada, impulsa hasta nuestros grifos y todo eso conlleva gasto de energía y contaminación. Para colmo, el agua es un bien escaso.

Llenar el lavavajillas, no tener la bombilla encendida en pleno día, utilizar racionalmente la vitrocerámica, utilizar el agua fría a ser posible, no tener la calefacción a temperaturas elevadas, no enfriar en exceso el hogar, no apagar a medidas el televisor, no tener conectados aparatos que no se usan, … son algunas de las muchas opciones que tenemos para ahorrar dinero, energía, y dejar un planeta mejor a las próximas generaciones.

Por todo ello, para tenerlo más claro y revisar qué se hace mal, el Ministerio de Industria y Energía ha enviado a todos los ciudadanos un guía que se puede descargar y consultar desde Internet.

Para más información: Guia de la energía

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