Piedras húmedas
Pasar por estos lugares en días extremos de sol o de lluvia permite apreciar mejor aún lo que ocurre. Montoncitos de arena junto a los monumentosClama el cielo, por ejemplo, la iglesia de las Úrsulas, en su interior, humedades, hongos, grietas, … y es que, el subsuelo es una gran alberca que no transpira al exterior puesto que ya no hay canto rodado ni arena que filtre. Para colmo de males los árboles actuales son pocos y no absorben suficiente humedad.
De todas formas, la situación todavía es reversible, aunque el daño hecho queda, porque se puede volver a drenar el entorno de estos monumentos para que la humedad no encuentre como única salida la piedra arenisca.
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