La vara del profesor JL

Ayer hubo pleno municipal y según narran las crónicas una chica lista de la primera fila siempre que hablaba aprovechaba para picar, chinchar y provocar a los compañeros de las últimas filas. Que tienen bastante con sus notas, sí, pero son de irritabilidad fácil.

Tan fácil que en el turno de palabra de la economista intentaban hablar e interrumpirla para decirla que hablara del tema del día y no de otros problemas externos al salón de plenos.

Don Julián, profesor con más de diez años de experiencia, dijo al alumno que interrumpía las bochornosas provocaciones y descalificaciones “cállese, cállese, cállese” y como se lo dijo tres veces le expulsó de clase. Como no quiso salir por su propio pie le ayudaron unos municipales mandados por el presidente del pleno. Los amigos de pandilla también le acompañaron y se perdieron la clase. Pero se hicieron la foto.

Los mandados de don Julián, por la tarde, se dieron un chapuzón en el río para detener a un exhibicionista en su hábitat, las islas junto al Puente Romano. Les ayudaron los amigos de la Policía Nacional, los bomberos y los reporteros gráficos, y es que todo ojo era poco ya que el personaje se escondía entre juncos y hierbajos.

Los agentes vestidos de paisano, poco a poco fueron rodeando a este señor de 32 años que a las 11 de la mañana, y a pesar del frío, se masturbaba en el Puente Romano (contemplando el verraco). Finalmente le alcanzaron en una isla tras acceder a ella por el agua, está más seco el Tormes…, con los pantalones remangados.

Por si usted se aburre como los chicos de la clase o el chico del puente puede comprobar como ellos son los únicos, ni usted tampoco.

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