¿Inepto? ¿cómplice?

Tras conocer esta semana que ni el pp ni el Ayuntamiento tienen responsabilidad penal en el caso de los anónimos que enviaba (según confesó) el exsecretario de don Julián, pero sí podrían tener responsabilidad civil ya que se usaron los medios del partido para realizar esos envíos, Los Verdes lo tienen muy claro. Según han manifestado a través de su portavoz o alcalde es un inepto que no se entera de lo que ocurre a su alrededor o lo sabía todo y es cómplice de la trama de anónimos. Prefiero pensar que mi alcalde no es un inepto, aunque algunos días…

Hoy sábado el señor Maragall ha inaugurado la exposición que muestra “las joyas” de los papeles que fueron decomisados en Catalunya y devueltos en fechas recientes. Por primera vez el símbolo de la represión de la dictadura franquista se expone en público, sin miramientos, como un símbolo de unión de un pueblo frente al personalismo opresor de un caudillo. Hecho que nunca se había dado en Salamanca, donde los documentos eran algo tabú que ni se conocía ni se veía ni nada de nada. Eran una leyenda urbana todo el mundo hablaba de ellos pero nadie los había visto.

De momento la recogida de firmas contra la manipulación institucional que hace el pp llega a las 10.000 firmas. Y la frasecita de don Miguel de Unamuno sigue dando vueltas por la Red.

Hablando de Patrimonio, de Historia, de Siglo XX, en Salamanca, resulta que el otro día aparecieron en el punto R de la Avenida de la Aldehuela muchos, unos 70, trofeos oficiales conseguidos por la UDS.

Que quede claro que utilizar el punto limpio es una práctica correcta.

En el contenedor de los metales, entre frigoríficos y lavadoras había copas y trofeos en cuyas peanas se identificaban claramente las categorías inferiores de la UDS. De los tiempos del campo de El Calvario: juveniles de los años 40, equipo de atletismo, homenajes, torneos veraniegos,… según informa Tribuna de Salamanca no es la primera vez que los trofeos del club sufren por la escasa atención que reciben. Ahora sólo queda que el responsable de no medir en su justa medida el valor de esas conquistas deportivas se vaya para su casa, a seguir tirando copas, platos, comida, muebles y ropa. En el punto R, por supuesto.

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