La fábrica de bioetanol

Siento movimientos en mi interior que tienen como origen la nueva planta de bioetanol que se inaugurará aquí al lado, en Babilafuente. Cuando Ebro Agrícolas cerró la Azucarera (qué olores, recuerdo) prometió la construcción de esta fábrica en Babilafuente. Y el revulsivo para esta cercana localidad ha sido bastante importante, de momento.

En dos meses comenzarán las pruebas e inmediatamente se empezará a producir.

Mientras la fábrica no empiece a funcionar y los obreros no tomen el pueblo como residencia, la empresa no deje impuestos en el Ayuntamiento y demás, no se verá un cambio para que Babilafuente pase de ser un pueblo a ser una minicapital es decir, contar con muchos más servicios y mejores calidades en los ya existentes. De momento, las instituciones ya han mejorado las comunicaciones.

El Ayuntamiento ha impulsado la construcción de 30 viviendas pero próximamente se construirán 184 de promoción privada. Y es que, la planta de bioetanol puede ser grande, pero requiere el mínimo de mano de obra. Babilafuente también se verá dotada, próximamente de un Hotel.

Pero no todos los vecinos del pueblo están de enhorabuena con la fábrica, ahora se perderá mucha de la tranquilidad de que gozan los pueblos de la provincia. Si bien es cierto, que Babilafuente con la fábrica no tendrá ningún miedo a la despoblación.

Pero no sólo Babilafuente, el impulso del bioetanol llega a otras cercanas localidades de las Villas que próximamente verán la construcción de un taller de aluminio y un laboratorio. En definitiva, las Villas se han revalorizado.

El aumento del tráfico, la ruptura de la tranquilidad, la apertura de negocios, la llegada de muchas personas de fuera, la contaminación,… son los principales inconvenientes para que Babilafuente siga siendo Babilafuente.

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