Blog Salamanca, diario de una ciudad: Voces desde los barrios

Los barrios de Capuchinos, Vidal y Blanco tienen como centro de Salud el de Pizarrales. Hace cuatro años que la Junta les prometió la creación de un centro para atender a estos vecinos y aliviar el masificado de Pizarrales. A pesar de que el consejero de la Junta prometió que la primera piedra se colocaría en el primer semestre de 2006, todavía, hoy, no se han abierto las plicas para la licitación de las obras. Todo está paralizado por Valladolid. Si todo, a partir de ahora, fuese con normalidad el centro no estaría operativo, en el mejor de los casos, hasta finales de 2008. Cuando se prometió abrirlo a comienzos de 2007.

Ha fallecido el último limpiabotas de la plaza Mayor. No voy a hacer chistes sobre si Julián mandará poner una placa en algún lugar de la Plaza. Es triste ver cómo los míticos oficios se pierden.

Los barrios periféricos, en los que residen buena parte de los desempleados salmantinos, se sienten abandonados y ven cómo el Ayuntamiento de Salamanca sólo tiene ojos para la zona histórica y comercial de la ciudad olvidándose de los establecimientos de los barrios, de los verdaderos vecinos de Salamanca, y de la mayoría de las calles de la ciudad. Hay barrios tan olvidados que carecen de presencia policial por lo que, en ellos, se da el menudeo de droga y otros delitos. Los barrios más residenciales, como El Zurguén, piden mejoras en la comunicación con otros barrios y centros de trabajo. Las zonas de nueva creación piden una rápida implantación de servicios básicos como guarderías, farmacias y centros de salud.

Es posible que los vecinos de Capuchinos no tengan Centro de Salud, o los de Pizarrales no se sientan seguros, o los de El Zurguén olvidados, pero si por Lanzarote fuera seguirían sin lo que reivindican y con papeles, catalanes.

Los jóvenes salmantinos no son distintos a los de cualquier otra ciudad del mundo: desean sexo y dinero. ¿Qué tiene de malo?. Quizás si los deseos les ciegan y no tienen ningún otro valor o si hacen malas prácticas, tanto para conseguir dinero como para hacer sexo, se podrían poner pegas a estas dos aspiraciones tan normales como aconsejables. La juventud salmantina se califica como marchosa, consumista, rebelde y cómoda. Ojito “cómoda” esto es lo que interesa a líderes como Julián Lanzarote que la gente desee mano dura y decisión desde arriba, que se lo den hecho, que no le pregunten, que nada requiera de su participación e implicación. Por debajo del sexo y el dinero quedan, aún siendo muy valorados, los amigos, el éxito profesional y la vida familiar. Otras curiosidades del estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas:

Los jóvenes no ven que su generación sea responsable, solidaria, madura, honrada, tolerante o leal.
El 15% de los chicos y chicas encuestados se muestra fuertemente ideologizado, comprometido e interesado por cuestiones políticas. La mayoría va más allá y defiende el estado del Bienestar y considera vitales las ayudas públicas.
El 11% de los encuestados se considera como personas no integradas y confrontadas violentamente con la sociedad, mientras que el 21% de ellos se caracteriza por su aislamiento cómodo y completamente descomprometido.
El 52% de los jóvenes de la provincia tienen una integridad social pasiva o de indiferencia por lo colectivo. El 21% por razones egoístas, un 20% por comodidad y un 11% por rechazo al orden establecido.
Las drogas no entienden de clases sociales, los chicos son más consumidores, salvo en el caso del tabaco que es más consumido por chicas. La finalidad confesada del consumo de drogas es la diversión, los consumidores dicen aburrirse por encima de la media.
El 20% consumió éxtasis, anfetaminas y alucinógenos, y más del 21% probó cocaína. Se percibe riesgo elevado para el consumo de heroína, cocaína, éxtasis, anfetaminas y alucinógenos, y relativamente alto para cánnabis, alcohol y tabaco. Apenas se valoran los beneficios y los riesgos se consideran como muy elevados.

El vicepresidente de la Comisión de Educación del Congreso y ponente de la LOU cree que la Junta “estrangula económicamente” a las universidades cuando los rectores hacen cosas que no le gustan

Quien se lo iba a decir