Botellón organizado

Tras una semana de misterioso silencio se hace el ruido, y no se muestran las nueces, por parte del alcalde de esta sucia ciudad. El motivo de su aparición es para informar, antes de que finalicen las fiestas, y antes de que haga alguna crítica, que las de éste año han sido las más participativas de la historia porque el contador que el Ayuntamiento ha comprado cifra en 1.169.352 las personas que han participado en las fiestas. Desconozco si participar en las carreras de sacos (que no ha habido) cuenta por dos.

El hombre que se fue de fiesta y perdió la corbata: “Nunca los salmantinos han tomado tan pacíficamente las calles como lo han hecho este año”. Siempre con el “nunca”, el “todos”… los salmantinos tienen memoria y edad.

Tranquilos, no ha pasado por Salamanca tanta gente. El truco, de Lanzarote, está en contabilizar cada caña que los salmantinos se han tomado en las casetas. Si tenemos en cuenta que alguno ha tomado más de diez… ya sabes. Tomarse una caña es participar en las fiestas, hacerlo hoy que no es festivo o hacerlo en un bar decente en fiestas, no cuenta. 750.000 consumiciones ha contabilizado el contador que los hosteleros pusieron en la puerta del wc de cada caseta, de las 90 casetas.

El hombre que se fue de fiesta y perdió un concejal de Festejos: “estaba claro que los salmantinos querían actividades de calle”. Se han suprimido mimos, magia y otros espectáculos que hubo en el año 2002.

Siendo el precio medio de la consumición de 2 euros tenemos que los hosteleros han facturado 1,5 millones de euros. Si a ello le restamos aproximadamente un millón de euros en salarios, materias primas, caseta (ni 600 euros) y el impuesto simbólico del Ayuntamiento (300 euros por caseta). Tenemos que cada empresario, limpiamente se ha sacado casi un millón de pesetas, por caseta y para sí. Dinero, rápido, fácil, y lo que es mejor, a costa de los demás.

El hombre que trasnochaba reconoció que la Policía Local ha tenido que acudir ante las denuncias por el ruido de las casetas.

Para Lanzarote la Feria de Día no es un botellón, pero según Los Verdes, él y los suyos y quienes toman alcohol en sus casetas son las únicas personas a quiénes no se multa por beber alcohol en la calle. En la calle, así de sencillo, beben, alcohol, en la calle. ¿Por qué para Lanzarote las casetas o la próxima Feria de la Cerveza no son botellón? No son botellón porque no participan de él solamente los “niñatos ajenos a Salamanca” y porque los beneficios van a la caja de los amigos, y eso es dinero que se controla y repercute. No es botellón, ahora, al botellón se le llaman: “fiestas” y el botellón se inaugura con misa y pregón.

Para el hombre que bebía en la calle (de la Rúa) la Feria de Día “ha sido respetuosa con el patrimonio, lo que es una constante en todas nuestras actividades” para a renglón seguido decir que “todos pensamos que tampoco pasa nada porque por nueve días las cosas se salgan un poco de su quicio”.

El sábado comenzó a instalarse un campamento nómada a orillas del río Tormes. Vienen de muy lejos, de tierras realmente lejanas y se quedarán por aquí hasta el 15 de octubre. El campamento que han montado es lo que ahora se llama “Feria” y esta es “monográfica” pero no de ganado sino de cerveza. Se trata de la Feria de la Cerveza que por si alguno tiene ganas de armarla tiene la carretera cerca; si se coge una buena cogorza tiene el río; y si tiene necesidades urinarias dispone de un maravilloso puente romano.

La iniciativa de la Feria de la Cerveza está promovida por un particular y la materia prima es servida por una conocida marca alemana. El patrocinio es cosa del Ayuntamiento de Salamanca que no dice a nada que no, por ejemplo privar a los salmantinos de unas pistas deportivas para convertirlas en botellódromo. ¿Se habrá enterado la ministra de Sanidad que en Salamanca se cambia deporte por “litros”?.

¿Se hará cargo el empresario de todos los desperfectos ocasionados? ¿Hará una donación a la Cruz Roja por atender a aquellos que se excedan en el consumo o en la inversión (según se mire)? ¿Qué opina la Universidad de este recibimiento intencionado que se da a sus alumnos?

Precisamente, en la mañana de ayer domingo, los Bomberos han recuperado un vehículo robado de las aguas del río Tormes, junto al puente Rodríguez Fabrés. Era un Fiat Uno rojo y no estaba ocupado.

Y anteayer sábado, el hombre “que no bebía demasiado” recibió un pequeño escarmiento, por aquello de que sino quieres caldo, “toma tres tazas”. Que las disfrute.

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